divendres, 4 de novembre del 2022

El Telegrafista de Torrent y la victoria de la memoria

 

Decía Gabriel García Márquez  que “Recordar es fácil para el que tiene memoria, y olvidarse es difícil para quien tiene corazón.”

 

Los historiadores cifran en 150.000 las personas asesinadas por la represión franquista. Miles de familia en las que memoria y corazón no han dejado de latir durante todos estos años, y que reciben un mínimo de justicia retirando honores y devolviendo a genocidas como Queipo de Llano al negro pozo de la historia. 

 

El momento de la memoria,  también es el momento de la justicia y de la reparación, el momento de recordar a aquellas personas asesinadas por defender la libertad y la democracia. Es el caso de Francisco Cano Alcaraz conocido como  “el Telegrafista de Torrent " que esconde una historia apasionante.

 

Francisco  Cano nació en València  en  1894  y trabajó como telegrafista en la ciudad de Torrent.  Era un gran apasionado de la radio lo que,  una vez perpetrado el golpe de estado y  empezada la Guerra Civil, le llevó a dirigir “Radio Torrente” , una de la radios más importantes  durante la contienda, que al emitir en onda corta se podía escuchar en todo el país e incluso en el exterior. Francisco fue un defensor acérrimo de la legalidad republicana, siendo  el responsable del programa “Chusma Fascista” desde donde arengaba a las tropas republicanas y hacía mofas de Franco y los generales sublevados, lo que le hizo ser odiado por otro amante de la radio al que sus palabras desquiciaba especialmente. Hablamos del general golpista Queipo de Llano que desde las ondas de Radio Sevilla vociferaba y  animaba a “matar rojos y violar rojas, para que por fin conocieran a hombres de verdad” o a asesinar a Federico García Lorca.   "Dadle café, mucho café" fueron sus palabras.   El choque en las ondas no tardó en llegar, por lo que las alusiones e insultos entre Francisco y el general genocida eran frecuentes. Queipo de Llano siempre tuvo la obsesión de eliminar a su oponente radiofónico, por lo que una vez terminada la contienda hizo todo lo posible por encontrarlo.  Una vez tomada València, Francisco y otros colaboradores de la radio se refugiaron en Barcelona, hasta que un soplo a falangistas de Torrent les permitió capturarlo en mayo de 1940 como recoge la prensa de la época. 



 Desde Barcelona fue trasladado a Torrent, donde permaneció encarcelado en la torre de Torrent durante 16 meses. 16 meses de privaciones , vejaciones y malos tratos. De nada sirvió que nunca hubiera cogido un fusil, que sus manos nos estuvieran manchadas de sangre o que hubiera ayudado a personas de diferente ideología, el odio que por él sentía Queipo de Llano le condenó. El 20 de julio de 1941 Francisco fue fusilado en el paredón del cementerio de Paterna por su apoyo al legítimo gobierno de la II República.  Hasta 2238 personas fueron represaliadas en el mismo lugar. En 1997 los restos de Francisco fueron exhumados y trasladados a Torrent, muchas de las 2238 personas allí fusiladas siguen en fosas comunes.

 

 


En estos momentos en los que la memoria y la justicia mandan al negro pozo de la historia a siniestros personajes,  es el momento de reivindicar a las personas que como Francisco Cano Alcaraz, el Telegrafista de Torrent, dieron su vida por la democracia y la libertad. Porque hoy el Telegrafista de Torrent vuelve a alzar su voz en las ondas de "Radio Torrente" para recordarnos una vez más,  que por encima de todo sigamos defendiendo el derecho de todas las personas a una vida digna en un mundo mejor.


Gloria y honor.

 

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